Con la Colaboración Especial del Maestro Héctor Navarrete.
En nuestro país las leyendas sobre brujas dicen que se pueden convertir en guajolotes o incluso en bolas de fuego.
Estas ideas provienen de la tradición prehispánica y prevalecen hasta nuestros días en estados como Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.
De acuerdo con creencias populares las brujas chupan la sangre a los recién nacidos no bautizados, por ello las abuelas decían que había que colocar ciertos objetos en la habitación donde dormian los niños para protegerlos: tijeras o agujas en cruz, una camisa al revés y espejos.
En Mineral del Monte, un caso documentado cuenta la doctora Carmen Lorenzo Monterrubio, adscrita al Instituto de Artes (IA) de mi Alma Mater la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, rescató el caso de María de Escobar, curandera mestiza que residía en el Real y Minas de Pachuca a principios del siglo XVIII, quien fue acusada de brujería por el Santo Oficio de la Nueva España.
De acuerdo con el relato, María Escobar fue requerida por el arriero Felipe de Acosta para curar una afección que lo había inmovilizado y él creía que la había contraído en Metztitlán.
La curandera primero echó brazas y lleno de humo toda la casa, después con unas barretas cavó un hoyo en la sala de la casa. Tras lo cual, procedió a fregar con papeles las manos, los brazos y los pies de Felipe.
Terminada la curación, María desechó en el hoyo las “inmundicias” que después se encontraron: un guajolote pelado hecho pedazos envuelto en hojas de tamal, queso, sebo, tamales de masa de maíz con carne picada, hierbas verdes, camotes, pedazos de algodón quemados, papeles envueltos con sangre y tierra, así como tochomite encarnado.
Sin embargo, Miguel de Santa Cruz, dueño de la casa donde se realizó el ritual, confesó lo ocurrido a Fray Ignacio de Candanosa, prior del convento de Metztitlán de la orden de San Agustín, quien a su vez, lo turnó a Fray José Garzón, calificador del Santo Oficio.
Felipe de Acosta, declaró que la curación de María de Escobar fue la causante de su condición y tras pedir perdón, finalmente fue absuelto por las autoridades eclesiásticas, no sin antes recibir la amenaza de que si volvía a cometer la misma práctica, no se le tendría misericordia y se le castigaría.
Por otra parte, María de Escobar también declaró ante el Santo Oficio, quienes no le otorgaron la absolución “por no estar ella en buena disposición” y se desconoce cuál fue su destino.
La Casa de las Brujas en el Municipio de Mineral del Chico, además su eres fan de las leyendas y el misterio, un lugar que debes visitar en Hidalgo es la Casa de las Brujas. Esta se encuentra ubicada en General Alfonso Corona del Rosal número 12, Barrio del Calvario, Mineral del Chico.
Se trata de un pequeño lugar solitario en medio del bosque y que actualmente se encuentra en ruinas, pues los lugareños afirman que a pesar de que el gobierno del estado ha tratado de restaurarla para convertirla en casa de la cultura, hay sucesos paranormales que les han impedido hacerlo.
La leyenda de las brujas propietarias de esta casa cuenta que hace muchos años, en esta vivienda habitaban en medio del bosque tres mujeres muy hermosas provenientes del viejo continente.
Estas mujeres durante el día, ocupaban la parte superior de la casa para dormir y hacer su vida diaria “normal”, pero por las noches, ocupaban la parte inferior para realizar sus rituales y hechizos sin que nadie las viera.
Luego de empezar a sospechar de aquellos eventos paranormales una noche, unos de los curiosos vecinos, decidieron acercarse más a la casa de las brujas y lo que vieron sus ojos los sorprendió.
Pues ellas se quitaban las piernas porque saldrían de cacería; los vecinos esperaron a que se marcharan para entrar por las extremidades y les prendieron fuego en una hoguera.
Justo antes del amanecer, las brujas volvieron a su casa buscando sus piernas, sin embargo, no tardaron en notar que se encontraban ardiendo en aquella hoguera; sabiéndose descubiertas decidieron arrojarse al fuego junto con sus piernas, quitándose la vida.
La leyenda de la brujas también resurge en el Municipio de Ixmiquilpan.
“Entre los cerros del Puerto de Bangandho y el Cerro Huadri en la comunidad de Pueblo Nuevo, saltan luces rojas”.
"Se cuenta que en la comunidad de Pueblo Nuevo, vivía una señora adulta mayor, quien toda la noche tenía prendida una hoguera”
Existe una leyenda de seres paranormales que le chupan la sangre a los niños como hábito alimenticio, estos seres conocidos como brujas en la región del Valle del Mezquital, donde por las noches se convierten en luces rojas que brincan entre los cerros.
Homero Biñuelo Bautista, quién es un escritor y fotógrafo de origen indígena Hñahñu en la region, vecino de la comunidad de Pueblo Nuevo, ha documentado la existencia de las Brujas; en su monografía escrita por él de la comunidad que narra la historia que ha ocurrido en cien años de existencia.
Donde escribió la muerte de niñas y niños, que despertaban en sus camas sin sangre, lo que asoció en su tiempo con la presencia de estos seres sobrenaturales.
Biñuelo Bautista aseveró que entre los cerros de Puerto de Bangandho y el Cerro del Huadri de Pueblo Nuevo, se observan por las noches luces color rojo que brincan entre estos dos macizos montañosos.
Homero Biñuelo, explicó que hace algunos años en la comunidad de Pueblo Nuevo, vivía una señora adulta mayor, quien toda la noche tenía prendida una hoguera la cual duraba hasta el amanecer, por esta razón los vecinos suponían que se trataba de una bruja.
“Las llamas eran rojas y amarillas y estaban toda la noche, no nos explicamos cómo alguien puede tener leña para toda noche” aseguró el escritor y fotógrafo Homero Biñuelo.
De acuerdo a las leyendas locales recabadas por el escritor, hasta el año 1989, aún se registraron decesos de niños atribuidos a seres sobrenaturales, “después de este año los casos ya no se presentaron”, aseveró el fotógrafo Hñahñu.
Cuando visites el Estado de Hidalgo, en Real del Monte, Mineral del Chico e Ixmiquilpan podrás encontrar una inmensa variedad de experiencias turísticas que te permitirán explorar la historia, cultura y belleza natural de la región.
