Juan Escutia: ¿Se arrojó o no con la bandera?


Colaboración especial de: Maestro Héctor Navarrete. 


La delgada línea entre la historia y el mito.

Juan Escutia es uno de los personajes más míticos de la historia de México. Esto es todo lo que se debe saber sobre este niño héroe.

Cada que llega el 13 de septiembre, fecha en que se conmemora el Día de los Niños Héroes en México, la controversia histórica a propósito de estos personajes vuelve a la conversación.

De acuerdo con la versión oficial de la historia, el 13 de septiembre de 1847, durante la intervención de Estados Unidos en México, seis jóvenes cadetes: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez defendieron el Castillo de Chapultepec cuando el Ejército de Estados Unidos intentó tomarlo. En aquel entonces, este recinto era un Colegio Militar.

De acuerdo con un artículo de la Universidad Autónoma de México, en el Castillo de Chapultepec se encontraban aproximadamente 250 hombres bajo el mando del General Nicolás Bravo, además de 50 cadetes del colegio militar, entre quienes estaba Miguel Miramón. Bravo dio la orden de no combatir.

Sin embargo, los seis jóvenes cadetes que ya mencionamos cuenta la historia que desobedecieron las órdenes del General Bravo cuando vieron el avance del Ejército Estadounidense y decidieron combatirlo.

Es aquí cuando la historia se llena de mitos: el más famoso, sin duda, es el de Juan Escutia. 

La historia tradicional cuenta que este niño héroe se lanzó desde lo alto del Castillo envuelto en la bandera de México para evitar que el Ejército de Estados Unidos la mancillara.

Pero esta información nunca ha sido verificada ni cuenta con evidencias por completo por lo que se halla en una delgada línea entre la historia y el mito.

¿Quién era Juan Escutia?

Lo que es cierto es que si hubo un Juan Escutia siendo una persona real que de acuerdo a registros encontrados nació en Nayarit un 22 de febrero de 1827, por lo que tendría 20 años al momento de su muerte el 13 de septiembre de 1847 en el Castillo de Chapultepec, por lo que no sería tan niño.

Los registros refieren que sus padres eran Antonio Escutia Ubirichaga y Maria Dolores Martinez Quintero. No se sabe más de su vida, pues tampoco existe un registro que acredite que era cadete del colegio militar.

Sin embargo se dice que una persona con ese nombre, que murió en combate. 

¿Pero cuál es la verdadera historia de Juan Escutia?

Aunque su nombre no está en los registros del Colegio Militar, se dice que estaba ahí porque era voluntario del Batallón de San Blas, que estaba liderado por Felipe Santiago Xicoténcatl.

De hecho hay una versión que señala que fue él en realidad quien se lanzó con el lábaro patrio al vacío, quedó herido y que todavia caminó a la capilla de San Miguel Chapultepec, donde finalmente murió.

De acuerdo con una entrevista de la UNAM al historiador J.D. Eisenhower: refiere que “El general Bravo entregó su espada, tachonada de piedras preciosas, pero no logró que se rindieran seis de sus jóvenes cadetes, los cuales prefirieron morir. 

Uno de aquellos muchachos, con la bandera mexicana en los brazos, perdió la vida al arrojarse del muro”, se trataría de Juan Escutia.

Aunque la historia no se puede comprobar, la realidad es que el 13 de septiembre de 1847 hubo muchos más héroes, además de los seis niños a quienes todos los conocimos en nuestros libros de textos de primaria, que refieren que murieron en este acontecimiento histórico.

Ese mismo día, señala la UNAM, casi todo el Batallón de San Blas perdió la vida al tratar de detener el ascenso del ejército norteamericano.

La defensa del Castillo de Chapultepec, construido originalmente como palacio virreinal y utilizado para la formación de militares de carrera desde 1843, tuvo lugar en la última fase de la intervención norteamericana, que culminó con la toma de la Ciudad de México.

Esta guerra, originada por la “vocación y costumbre  intervencionista” del vecino país del norte, tuvo como antecedente que México perdiera parte importante de su territorio con la separación de Texas en 1836.

México declaró el inicio de las hostilidades contra Estados Unidos el 7 de julio de 1846. El conflicto fue desigual desde su inicio y se agravó por la ineptitud y corrupción del régimen del entonces presidente Antonio López de Santa Anna, de quien se sospecha “se vendió al enemigo”.

Pese a los actos de heroísmo del Ejército mexicano, que defendía su territorio y soberanía, sufrió constantes derrotas en Cerro Gordo, Churubusco y Molino del Rey. Estos hechos propiciaron la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, incluidos los estados de Alta California y Nuevo México, así como la porción de Tamaulipas situada entre los ríos Nueces y Bravo.

Sin lugar a dudas, la guerra entre México y Estados Unidos constituyó un duro golpe para la naciente república. 

Ante la humillación a nuestro país, el desánimo y la derrota debía rescatarse mediante el reconocimiento a los héroes por sus hazañas. 

Afirmar que fueron niños apela a su pureza e incorruptibilidad.

 “¿Qué mejor para construir una leyenda, para crear símbolos nacionales, tan necesarios en nuestra historia?”, mencionó por su parte la doctora Berta Flores Salinas, del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL).